La primera y mejor
victoria es
la conquista de uno
mismo
Autoestima: Es conocerse a sí mismo. Valorarse. Reconocer errores y aprender a
aprender de ellos. Tener confianza en uno mismo.
Reconocer
nuestro grado de autoestima no sólo es importante para nosotros mismos sino
también para proyectarnos con éxito en el logro de nuestros objetivos y
establecer relaciones saludables.
Cuando
cambiamos nuestra valoración personal, cambian nuestros pensamientos, nuestro
estado emocional, enviamos mensajes positivos a nuestro cerebro y actuamos en
consecuencia. Cuando mejora nuestro mundo interno, mejora la percepción del
mundo externo.
Las experiencias vividas en los primeros años de vida de un niño son el fundamento de
una sana autoestima. Padres, educadores, el entorno en general contribuyen a construir
una autoestima consistente.
Te invito a ver este video "Fichas de póquer" que nos permite reflexionar.
https://youtu.be/_BuP5XuMZGA
Una buena
autoestima permite:
Determinar
nuestro grado de autonomía, equilibrio. Dispuestos a enfrentar situaciones de
cambio.
Tomar
decisiones con responsabilidad.
Saber
reconocer nuestras capacidades y recursos disponibles.
Ser
confiables y positivos.
Tener
energía para enfrentar los desafíos, viéndolos como oportunidades de
aprendizaje.
Ser
creativos, buscar alternativas, adquirir flexibilidad.
Asumir
compromisos, ser personas íntegras.
Ser
responsables de nuestra realización personal, sabiendo que merecemos lograr los
objetivos propuestos.
Actuar de
manera asertiva, priorizando lo importante, sin interferencias ni
manipulaciones.
Una buena
autoestima, consistente, es el resultado que surge de reconocer quien soy (identidad)
para que soy apto y que quiero ser. Así nos aceptamos y
valoramos como la persona que somos, sin perturbarnos pensando en aquello que
deberíamos ser.
La
autoestima posibilita vivir con una actitud productiva orientada al éxito
basada en pensamientos expansivos y la capacidad de emprender la acción.