La habilidad de reconocer nuestras emociones y saber manejarlas es lo que Daniel Goleman (psicólogo estadounidense) definió como Inteligencia Emocional. Este concepto enfatiza el papel preponderante que ejercen las emociones en nuestra vida, cuando nos enfrentamos a momentos difíciles y situaciones importantes, que pueden dar como resultado una acción que culmine de forma exitosa o fracase.
Cada emoción nos define para la acción, al tenerlas en cuenta podremos utilizarlas para obtener los resultados deseados, ellas guían nuestra conducta, logrando relacionarnos mejor con nosotros mismos y con nuestro entorno
Anthony Robbins nos propone 6 pasos para el dominio emocional:
Cada vez que sientas una emoción dolorosa puedes dar 6 pasos para romper con rapidez tus pautas limitadoras, encontrar el beneficio de esa emoción, situarte en una posición que te permita aprender la lección para el futuro y eliminar más rápidamente el dolor que te produce.
PASO 1: IDENTIFICA LO QUE SIENTES.
Las personas nos sentimos con frecuencia tan sobrecargadas que ni siquiera sabemos lo que nos pasa. Lo único que sabemos es que estamos siendo "atacados" por todas esas emociones y sentimientos negativos.
Lo primero es detenerse y preguntarse:
"¿Qué estoy sintiendo ahora realmente?".
Al identificar lo que estás sintiendo realmente, puede disminuir aún más la intensidad, lo que te facilita aprender de tu emoción, y afrontar la situación con mayor facilidad y rapidez.
PASO 2: RECONOCE Y APRECIA TUS EMOCIONES
No queremos que nuestras emociones sean erróneas. La idea de que cualquier cosa que podamos sentir sea "errónea" constituye una forma de destruir la comunicación sincera con nosotros mismos.
Agradece el hecho de que haya una parte de tu cerebro que te envía una señal de apoyo, una llamada a la acción para efectuar un cambio, ya sea en tu percepción de algún aspecto de tu vida o en tus acciones. Si estás dispuesto a confiar en tus emociones, sabiendo que, aún cuando no las comprendas en ese momento, todas y cada una de las que experimentas están ahí para apoyarte a efectuar un cambio positivo, detendrás inmediatamente la guerra que antes librabas contigo mismo. En lugar de eso, te sentirás moviéndote hacia soluciones sencillas.
Aquello a lo que te resistes, tenderá a persistir. Cultiva la sensación de aprecio por todas tus emociones y, lo mismo que un niño que necesita atención, descubrirás que tus emociones se "calman" casi de inmediato.
PASO 3: TENER CURIOSIDAD POR EL MENSAJE QUE TE OFRECE ESA EMOCIÓN.
Si te sitúas en un estado mental en el que sientas verdadera curiosidad por aprender algo, esto constituye una interrupción de cualquier emoción y te permitirá aprender mucho sobre ti mismo. Sentir curiosidad te ayuda a dominar tu emoción, a solucionar el desafío y evita que el mismo problema vuelva a surgir en el futuro.
He aquí tres preguntas que puedes hacerte para sentir curiosidad acerca de tus emociones:
¿Qué es lo que deseo sentir realmente?
¿Qué tendría que creer para sentirme como me he estado sintiendo?
¿Qué estoy dispuesto a hacer para crear una solución y manejar esto ahora mismo?
Al experimentar curiosidad por tus emociones, aprenderás distinciones importantes acerca de ellas, no sólo hoy, sino también el futuro.
Paso 4: OBTÉN CONFIANZA EN TI MISMO
Confía en que puedes manejar esa emoción inmediatamente. La forma más rápida, sencilla y poderosa de manejar cualquier emoción consiste en recordar algún otro momento en que hayas experimentado una emoción similar y darte cuenta de que entonces lograste manejar esa emoción con éxito. Puesto que la controlaste en el pasado, seguramente podrás volver a hacerlo hoy.
Detente y piensa en aquel otro momento en el que experimentaste las mismas emociones y en cómo las afrontaste de una forma positiva. Utiliza eso como modelo a imitar o como lista de comprobación para lo que puedes hacer ahora mismo con objeto de cambiar cómo te sientes.
¿Qué hiciste en aquella otra ocasión?
¿Cambiaste aquello sobre lo que enfocabas la atención?
Decida hacer ahora lo mismo, con la confianza de que pasará lo mismo que en la ocasión anterior.
Paso 5: ASEGÚRATE DE QUE PUEDES MANEJAR ESTO NO SÓLO HOY, SINO TAMBIÉN EN EL FUTURO.
Una forma de conseguirlo consiste en recordar las formas en que manejaste la situación en el pasado y ensayar el manejo de situaciones similares cuando esta señal para la acción vuelva a presentarse en el futuro. Imagínate viendo, escuchando y sintiendo que manejas la situación con facilidad. Las repeticiones de estos ensayos, si se hacen con suficiente intensidad emocional, crearán un camino de certidumbre para poder controlar con facilidad estos desafíos.
Paso 6: ANÍMATE Y EMPRENDE LA ACCIÓN.
Ahora que ya has completado los cinco primeros pasos: identificar lo que estás sintiendo realmente, apreciar la emoción en lugar de luchar contra ella, sentir curiosidad por lo que significa realmente y por la lección que te ofrece, y aprender de ella, imagina cómo puedes darle la vuelta a la situación imitando las estrategias pasadas que te dieron buenos resultados en el manejo de la emoción, y ensaya la forma de afrontarla en situaciones futuras, instalando una sensación de confianza,
¡Déjate animar por el hecho de que puedes manejar esa emoción con facilidad y emprende alguna acción inmediata para demostrarlo! No te quedes empantanado en las emociones limitadoras que estés experimentando.