Los valores son palabras abstractas cargadas de significado. Cuando se
clasifican y traducen en conductas concretas, en consonancia con nuestros
objetivos y compartidos con las personas que nos importan se convierten en
potentes herramientas que nos guían en nuestra vida. Los valores cobran sentido
con las creencias y comportamientos, nos mueven a la acción. Definen nuestra
personalidad. Satisfacen una necesidad individual o colectiva.
Los valores nos dan información vital sobre nuestro mundo interno y
cuál es nuestra visión. Actuamos en base a nuestros valores.
Trabajar con valores es orientarnos al motivo, al para qué hacemos lo que hacemos.
Nuestras metas son movidas por nuestros valores, expresan lo que es
importante para nosotros.
En ocasiones establecemos metas y queremos alcanzarlas sin satisfacer
el valor que las hace atractiva, esto puede generar descontento.
Motivación y optimismo:
Requisitos imprescindibles para el logro de metas relevantes y tareas complejas.
Requisitos imprescindibles para el logro de metas relevantes y tareas complejas.
El comportamiento motivado
no depende solo del propio individuo sino también del contexto, la cultura y la
calidad de las relaciones.
Esta capacidad se pone a
prueba cuando surgen dificultades…, es el momento en que mantener el
pensamiento orientado al logro, que las cosas irán bien, puede significar el
Éxito o el Abandono.
¿Por qué la gente se
comporta de una forma determinada?
Quiero = Motivo - Conducta - Satisfacción - Objetivo.
La motivación y los valores sirven como base
para:
- Escoger y dar propósito a una conducta.
- Enfocar la atención en ciertas cosas mientras ignoramos otras.
- Percibirse a uno mismo y a los demás.
Tenemos necesidades emocionales que nos motivan:
- Seguridad personal.
- Tener desafíos y estímulos.
- Sentirnos parte de algo…
- Sentir que crecemos, nos desarrollamos.
- Sentirnos útiles, que contribuimos y generamos valor.
- Sentir que satisfacemos las expectativas.