Tanto a
nivel personal como laboral es importante desenvolvernos de manera congruente,
alineados con nuestros valores y creencias poderosas que nos permiten alcanzar
estados de excelencia estableciendo relaciones de mutua ganancia.
Cuando
mejoramos la comunicación optimizamos nuestros recursos orientándolos al logro
de objetivos.
Una clave
para el éxito en nuestras desempeño profesional es mantener relaciones
positivas en el ámbito laboral.
¿Cómo
hacemos para mantener relaciones saludables y lograr manejar aquellas interacciones
que son tensas, forzadas o difíciles?
En muchas
ocasiones por miedo al conflicto tendemos a ignorar las relaciones difíciles que se
presentan como un desafío.
Esta
situación nos lleva a posponer la resolución de un estado displacentero en vez de buscar la
oportunidad de resolverlo.
Así evitamos
afrontar el conflicto por:
- Creer que la relación difícil es por culpa de los demás y no reconocer nuestro aporte a la situación.
- La convicción de que la gente no cambiará incluso aún cuando nosotros tratemos de mejorar la situación.
- Aceptar las cosas como están por no estar preparado para afrontar la situación.
- La creencia de que el problema se resolverá solo.
Para comenzar
a resolver un conflicto es importante generar rapport y ser flexibles en la
conducta.
Reconocer y entender nuestros propios sentimientos y
necesidades.
Percibir y comprender las necesidades
y sentimientos de la otra persona. La intención o propósito que lo mueve.
Regular las conductas y
emociones propias para integrarlas con la razón, así poder tomar decisiones
acordes con la situación.
Reconocer y responder a las
emociones de la otra persona. Ser empáticos y también asertivos.
Beneficios
de practicar la empatía, el rapport.
Mejora de
los niveles de satisfacción individual y colectiva.
Aumento
del nivel de confianza.
Reducción
de conductas derivadas de prejuicios.
Aumento
de conductas colaborativas.
Acorta
las distancias emocionales.
Para ser
flexibles tener en cuenta:
• Aceptar los modelos
diferentes para interpretar la realidad.
• Adaptar nuestro estilo
de comunicación a del interlocutor.
• Hablar en positivo.
• Sea congruente. Coherente.
• Escoja su actitud de acuerdo
a la situación.
• Haga concordar el ritmo y la
calidad de la voz.
• Elimine la crítica. La
crítica desarma el rapport.
• Sea consistente, transmita
lo que cree.
• Preguntar y volver a
escuchar activamente, hasta clarificar el mensaje.
• Parafrasear para comprobar
que se ha comprendido el mensaje.
• Proponer acuerdos GANAR-
GANAR.