sábado, 30 de agosto de 2014

PNL y Coaching

Rapport y confianza


“La verdadera habilidad de un coach es extraer las soluciones del experto real (el cliente)”. John Grinder.

Un principio de la PNL dice: “Todas las personas poseen recursos y habilidades para poder cambiar según sus circunstancias”.

En el proceso de Coaching este principio es la base para comenzar un camino de nuevas posibilidades orientadas al logro del estado deseado. Es un estilo de liderazgo.
En un proceso de flexibilidad en la conducta y creatividad para tomar decisiones, resolver conflictos, identificándolos para poder encontrar soluciones.
El Coach acompaña y motiva al cliente en la búsqueda interior, mediante preguntas lo guía en este proceso de aprendizaje, reconociendo sus recursos, creencias y valores. Hay un cambio de mirada orientada a la acción.

La PNL  permite descubrir qué influencia tiene nuestra forma de pensar y actuar sobre los resultados que obtenemos y darnos cuenta qué podemos hacer en forma diferente para alcanzar resultados diferentes.
El coach al entender como piensa, siente y acciona su cliente puede facilitarle herramientas dinámicas, según sus características personales, que le permitan reconocer las limitaciones que le impiden concretar sus objetivos, hacer los cambios necesarios para desarrollarse en cada área de vida.
Las herramientas que dispone el coach le permiten lograr rapport con el cliente para generar un entorno de confianza y fluidez que favorece la calidad de la comunicación.

El rapport es una cualidad que surge en una relación de mutuo respeto. El rapport se construye donde ambas partes se influencian. Estando en rapport entendemos el estado de la otra persona, nos podemos poner en sus zapatos. El Coach establece rapport y entiende el estado de su cliente. Cuando estamos en rapport no es necesario estar en un todo de acuerdo, a pesar de las diferencias y habiendo respeto mutuo podemos lograrlo.

La confianza genera seguridad, fortaleza, coraje y como en el rapport la construimos con nuestro comportamiento, requiere tiempo. Confiamos en aquello que creemos que es bueno para nosotros, es algo flexible, no es una cualidad de todo o nada. La sinceridad y la competencia son atributos de la confianza.

El Coach es merecedor de confianza cuando:

Es auténtico, es importante recordar que  también es un ser humano.
Es honesto, dice la verdad en forma respetuosa.
Es congruente, está en rapport consigo mismo.
Presta atención y escucha.
Es flexible, tiene sentido del humor, desdramatiza y puede mostrar otras perspectivas.
Mantiene su palabra.
Posee competencias para intervenir profesionalmente y posibilitar cambios, utilizando estrategias dinámicas.


Hoy más que nunca se recurre al coaching a nivel personal y empresarial con el objetivo de mejorar el desempeño de personas y equipos, en la búsqueda de progreso en sus capacidades comunicacionales, optimizando los recursos que permitan clarificar objetivos y obtener resultados deseados. Alcanzando niveles de excelencia en la gestión.






lunes, 18 de agosto de 2014

PNL Objetivos y resultados

¿Te has dado cuenta de que cuando estamos inmersos en trabajar por una meta que realmente nos apasiona la mayoría de nuestras preocupaciones parecen desvanecerse?

Nuestra mente tiende a enfocar en las cosas que nos preocupan cuando no tiene algo más importante que hacer. Las personas más felices que conozco suele decir cosas como: “No tengo tiempo para preocuparme”. Y es cierto, están tan ocupadas persiguiendo sus objetivos y sus pasiones que no permiten a su mente que se centre en aquellas cosas que podrían situarlos en un estado de preocupación.

Y como en la mayoría de los casos nuestras preocupaciones son cosas que jamás terminan por suceder, esos miedos anticipados terminan por desvanecerse.

Crea una buena lista de objetivos. Apasiónate con ellos. Toma acción masiva en pos de su consecución… y deja de una vez por todas de preocuparte por tantas cosas. Lo que pueda ser solucionado, soluciónalo. Y lo que no dependa de ti, ni tan siquiera merece la pena que le dediques un solo segundo. 
No solucionarás nada pensando en ello y todo lo que conseguirás es afectar negativamente tu estado emocional.

Ocúpate en lo que te apasiona… y conseguirás pulverizar en muy buena medida gran parte de tus preocupaciones.


La gran diferencia es el enfoque mental que lo cambia todo.

Siempre la gran diferencia entre cualquier gran realizador y la persona promedio es el enfoque mental que cada uno de ellos tiene ante las distintas situaciones que la vida les presenta.
Ahora más que nunca, esta diferencia se deja notar en la manera en que se enfrentan los tiempos turbulentos a nivel económico que nos toca vivir.

La persona promedio tiende a que las soluciones le lleguen del exterior.
Básicamente la pregunta que rige su patrón de pensamiento es:

-¿Qué pueden hacer por mi? ¿Cómo pueden ayudarme?

Y esta pregunta va dirigida o bien al gobierno, a su empresa, a su entorno,…

Los grandes realizadores tienen un patrón de pensamiento muy diferente. La pregunta que se formulan constantemente es:

-¿Qué puedo hacer yo para transformar esta situación positivamente?

Se ven a si mismos como la causa del cambio. Creen en su capacidad para tomar acción. Aceptan la responsabilidad por su destino. En definitiva, están dispuestos a poner en juego todo lo que sea necesario para mejorar la situación y hacer que las cosas sucedan en su vida.

Esa es la filosofía que produce resultados.

Por supuesto que hay miles de cosas que no dependen de nosotros mismos. Por supuesto que está bien contar en determinados momentos con ayuda del exterior. Pero lo fundamental es mantener ese enfoque mental poderoso que te sitúa a ti mismo como el máximo responsable y artífice de tu propio futuro.
Como ves, un simple cambio en el enfoque de una pregunta puede suponer un cambio sustancial en la calidad de tu enfoque mental. Y al final la clase de enfoque mental que mantenemos es el que marca toda la diferencia.

Extracto de un capítulo del libro “PNL PARA DIRECTIVOS”

de Joseph O´Connor & Ian Mc Dermott, Editorial Urano.


lunes, 4 de agosto de 2014

Las seis necesidades humanas. Anthony Robbins

Al igual que las necesidades de Maslow, Anthony Robbins creo una versión “moderna” de las principales necesidades del ser humano que son 4 primarias y 2 espirituales:

Las cuatro necesidades primarias

1.- Certeza/Confort/Seguridad.- Cubrir lo necesario para vivir con dignidad y estar seguros de que tendremos provisiones futuras o seremos capaces de conseguirlas (alimento, vivienda, vestido, etc.).

2.- Variedad/Incertidumbre.- Necesitamos cambios en nuestra vida, retos, sorpresas, novedades y cosas que rompan la rutina, también cuestiones que nos dejen la incertidumbre sobre si lo lograremos o no.

3.- Significado.- El ser humano necesita creer algo, tener fe, y sentirse importante.

4.- Conexión y Amor.- Todos los seres humanos tenemos una profunda necesidad de sentirnos conectados con otros.

Las dos necesidades espirituales son:

5.- Crecimiento.- No sentiremos felicidad plena si no continuamos creciendo como personas, el mantenernos mejorándonos constantemente es el alimento del alma. Crecimiento personal = vivir.

6.- Contribución.- No podemos ser felices completamente si no intentamos contribuir en el bienestar de los demás, solo aquellas personas que lograr sentir la dicha de dar generosamente sin esperar nada a cambio logran sentir una plena satisfacción duradera.

El ser humano no puede ser feliz o sentirse pleno si hace de su vida una rutina, nos movemos desde el alma constantemente hacia nuevos retos, desafíos, aventuras y actividades diversas.