lunes, 21 de junio de 2010

Nuestras creencias

Una caravana que iba por el desierto se detuvo cuando empezaba a caer la noche.

Un muchacho, encargado de atar a los camellos, se dirigió al guía y le dijo:

-Señor, tenemos un problema. Hay que atar a veinte camellos y sólo tengo diecinueve cuerdas. ¿Qué hago?

-Bueno -dijo el guía-, en realidad los camellos no son muy lúcidos. Ve donde está el camello sin cuerda y haz como que lo atas. Él se va a creer que lo estás atando y se va a quedar quieto.

El muchacho así lo hizo. A la mañana siguiente, cuando la caravana se puso en marcha, todos los camellos avanzaron en fila. Todos menos uno.

-Señor, hay un camello que no sigue a la caravana.

-¿Es el que no ataste ayer porque no tenías soga?

-Sí ¿cómo lo sabe?

-No importa. Ve y haz como que lo desatas, si no va a creer que siguen atado. Y si lo sigue creyendo no caminará.

Esta metáfora nos ilustra de qué manera y a través de nuestras creencias vivimos nuestra realidad.

Las creencias son en sí mismas un filtro muy poderoso y necesario, que utilizamos para conformar nuestra realidad. Tenemos una idea a cerca de algo y la certeza de que eso es así, SI LO CREES ES... Se instalan en un nivel muy profundo y por ese motivo cuesta erradicarlas.

Un cambio de creencias supone un cambio en nuestro mapa, y esto es lo que produce resistencia. Revisar nuestras creencias supone tomar conciencia que muchas de ellas, si bien en algún momento de nuestra vida nos sirvieron, en otro momento se convierten en un obstáculo y nos impiden lograr objetivos, cambiar conductas, instalar pensamientos positivos, ser más flexibles, relacionarnos mejor.

También hay creencias que nos ayudan a lograr aquello que nos proponemos, ampliar nuestro mapa, potenciar nuestras capacidades y motivarnos.

Las creencias limitantes o expansivas generarán un comportamiento similar.

El estado físico, psicológico y emocional (estado interno) en que nos encontremos es determinante a la hora de sustentar una creencia. Cuanto más positivo sea el estado interno mayor predisposición a sostener creencias expansivas y actuar en consecuencia.

Para poder detectar creencias puede hacer una lista de conductas y capacidades y preguntarse ¿por qué actúo de ésta manera? Podrá reconocer aquellas creencias que desea cambiar y sustituirlas por las que le resulte convenientes y enriquecedoras aquí y ahora.

sábado, 5 de junio de 2010

Nuestro cerebro creativo

El cerebro es creativo por naturaleza. Piense en él como un bio-ordenador que se utiliza para aprender y reflexionar. Para obtener su mayor provecho tenga en cuenta que:
  • El cerebro puede tomar una idea y a partir de ella crear nuevas ideas y relacionarlas con las ya existentes (sinergia).
  • Puede conseguir todo aquello que sea capaz de imaginar, siempre y cuando, disponga de información adecuada. El cerebro ansía el éxito.
  • Los objetivos escritos ayudan a su cerebro a central la atención en las acciones necesarias para lograrlos.
  • El cerebro tiene la capacidad de imitar acciones.
  • El cerebro necesita permanentemente nueva información para cubrir los espacios en blanco y completar el cuadro de situación.
  • Las nuevas ideas son el alimento del cerebro. Igual que la comida lo es para el cuerpo.
  • El cerebro siempre busca la verdad.
  • El cerebro busca resultados. Es tenaz, siempre y cuando sepa lo que desea.
La capacidad creativa del cerebro va más allá de lo que podemos imaginar, utilícela para aprovechar al máximo su potencial.

Se sorprenderá.